ARTICULO ESPECIAL

Ecografía de la mama en atención primaria

Delgado Bayona P1*, Ortiz Andreu E2*, Gutiérrez Molina D3*

1MIR 4º año de Medicina Familiar y Comunitaria
2MIR 3er año de Medicina Familiar y Comunitaria
3Médico de Familia. Miembro del Grupo de Trabajo SAMFyC Ecografía
*Centro de Salud Virgen del Gavellar. Úbeda (Jaén)

Recibido el 04-02-2024; aceptado para publicación el 08-04-2024.

INTRODUCCIÓN

La ecografía es una técnica prácticamente inocua, y actualmente con los nuevos equipos portátiles de bajo coste se ha instaurado progresivamente en casi todos los ámbitos de la atención primaria, sobre todo la ecografía clínica en patología abdominal, musculoesquelética, tiroides, vascular, partes blandas, etc… poco utilizada en la patología de la mama, donde el “gold estándar” es la mamografía, siendo la ecografía una técnica complementaria que precisa tiempo y experiencia, debido a la dificultad de filiar los hallazgos mamarios.

En la mayoría de los casos, la ecografía mamaria se ha convertido en la primera fase del estudio de imagen para evaluar una masa palpable en mujeres menores de 30 años, embarazadas o lactantes. Sin embargo, no es una técnica reconocida para el despistaje de microcalcificaciones. También se realiza para determinar la composición o identificación de una lesión o lesiones localizadas (que pueden ser palpables o no) y evaluar con mayor detalle los resultados obtenidos en la mamografía o en la exploración clínica; como guía para biopsias, para planificar la radioterapia y para evaluar las complicaciones asociadas a los implantes de mama.

En atención primaria la paciente acude generalmente muy angustiada porque se ha notado un bulto en mama o axila, dolor mamario, secreción por el pezón, etc. La ecografía clínica de mama nos va a servir para diferenciar los nódulos mamarios, valorando los signos de benignidad/malignidad, mejorando los tiempos de espera según los hallazgos encontrados y reduciendo la ansiedad en los casos de nódulos con características benignas bien definidas: quistes simples, fibroadenomas.

Anatomía

La mama está compuesta por tejido glandular, conectivo de sostén (ligamentos de Cooper) y tejido adiposo, organizado en forma de panal de abeja que rodea los conductos y lobulillos mamarios. Los ligamentos de Cooper son tabiques fibrosos que fijan la glándula mamaria a la dermis, al pezón y a las diversas estructuras mamarias que existen entre sí. Existe una gran variación entre la proporción de tejido estromal de soporte y el tejido glandular y esta variación depende de la edad de la paciente, de la paridad y de su estado hormonal. En las mujeres jóvenes, el tejido mamario está principalmente compuesto de tejido fibro grandular ecogénico. Con la edad el tejido denso glandular involuciona, siendo reemplazado por grasa.

Método

  • Paciente en decúbito supino y oblicuo supino, brazo del lado a explorar sobre la cabeza.
  • Sonda lineal de alta frecuencia 7-12 MHz, software de mama.
  • Ajustamos la profundidad según el tamaño y grosor de la mama.
  • Cortes radiales (imagen 1) y anti radiales (imagen 2), transversos (imagen 3), longitudinales y con compresión manual (imagen 4,5), sobre todo en la zona retroaerolar.

Para hacer los cortes radiales haremos que la mama sea un reloj, desde cada hora posicionaremos el transductor y lo llevaremos desde el extremo de la mama hasta el pezón, esto lo vamos a repetir con todas las horas (figura 1).

Dividimos la mama en cuatro cuadrantes, realizamos cortes longitudinales y transversos, pasando tres veces por cada zona mamaria con ligera compresión con el transductor para adelgazar la zona de estudio.

  • Sonda perpendicular a la piel con el fin de evitar artefactos, adaptándonos a la anatomía.
  • El estudio de la areola y pezón es dificultoso, utilizaremos abundante cantidad de gel para evitar artefactos, tenemos que angularnos buscando la parte posterior del pezón desde los cuatro puntos principales de la división horaria de la mama, las 12, las 3, las 6 y las 9. Desde las 12 de la zona de la areola angulamos la sonda hacia las 6 y viceversa, haciendo lo mismo con las 3 y las 9 horas de la areola. Así nos aseguramos que en retropezón no dejamos nada sin ver. Habitualmente podemos ver conductos alargados anecoicos que confluyen en el pezón, los conductos subaerolares.
  • Por último, realizamos la exploración ecográfica de la axila, con cortes axiales y longitudinales buscando el ganglio centinela, sobre todo si sospechamos patología cancerosa.

INDICACIONES

  • Indicada en masas palpables: diferencia quiste/sólido.
  • Pacientes jóvenes <30-35 años.
  • Embarazo, lactancia, patología inflamatoria: mastitis, abscesos de mama.
  • Mamas con prótesis.
  • Mamas densas en mamografía.
  • Procesos intervencionistas: aspiración de quistes, PAAF, BAG, biopsia dirigida.
  • Estudio del ganglio centinela.

Lo primero que tenemos que buscar son nódulos y áreas “diferentes”, y saber si esos nódulos son quísticos o sólidos, signos sugerentes de benignidad o malignidad, para ello utilizaremos la clasificación BI-RADS* (Tabla 1), en la caracterización de las lesiones mamarias encontradas.

HALLAZGOS ECOGRÁFICOS NORMALES

En la tabla 2 se describen las estructuras anatómicas de la mama y su apariencia ecográfica.

En las figuras 2 y 3 vemos un esquema representativo de las distintas estructuras, de superficial a profundo: piel, tejido celular subcutáneo, tejido mamario, fascia y tejido graso retromamario, musculo pectoral, costilla, pleura y pulmón.

El tejido mamario normal se distribuye aleatoriamente en función de cada paciente y de sus características. Podemos diferenciar a groso modo tres tipos de tejido mamario, uno donde el tejido sea predominantemente graso, otro donde sea muy denso y otro intermedio. El tejido denso es abigarrado con gran cantidad de interfases que dificultarán la exploración, polinodular (figura 4). En un tejido graso las lesiones se identifican mucho mejor (figura 5). Tejido intermedio: más hiperecogénico (figura 6).

Patrones ecográficos de mama:

  • Heterogéneo: combinación de áreas hiperecogénicas, hipoecogénicas y de atenuación en las interfases del tejido glandular y adiposo. Puede ser focal o difusa, más frecuente en mujeres jóvenes y mamas densas en mamografía, a veces es necesario recurrir a maniobras técnicas para reducir los artefactos, más difícil de valorar (figura 4).
  • Homogéneo-graso: mama compuesta por lóbulos de grasa, ligamentos de Cooper y tejido conectivo, mínimo componente glandular, esto dificulta la detección de nódulos isoecoicos con la grasa, más frecuente en menopausia (figura 5).
  • Homogéneo-glandular: combinación de tejido adiposo subcutáneo y prepectoral, con tejido glandular ecogénico (figura 6).

En la axila encontramos tejido graso, muscular, vasos normales, debemos ver los ganglios axilares. Estos tienen un patrón normal ecográfico: aspecto ovalado, relación cociente longitud/ancho>2, hipoecogénico en la corteza ganglionar e hiperecogénico en el hilio graso ganglionar, centro graso (figura 7). Además, su vascularización estará conservada observándose arteria y vena en cada ganglio en el hilio con el doppler color.

HALLAZGOS ECOGRÁFICOS PATOLÓGICOS

Es muy frecuente encontrar anormalidades en la ecografía de la mama, debemos valorar las imágenes, sobre todo los nódulos: quísticos o sólidos, según nos orienten a un patrón de benignidad o malignidad, para caracterizar la principal patología de estudio: el carcinoma de mama.

Patologías más frecuentes:

  • Quistes simples, atípicos, complicados y complejos.
  • Galactocele y galactoforitis. Ginecomastia. Enf. de Mondor.
  • Tumores benignos: Papiloma intraductal. Hamartoma. Lipoma. Tumor filoides.
  • Tumoraciones agudas inflamatorias: mastitis bacteriana, mastitis puerperal, abscesos piógenos, mastitis periductal, mastitis carcinomatosa, mastitis diabética.
  • Carcinoma de mama: ductal, lobulillar, papilar…
  • Rotura de prótesis mamarias.

El nódulo quístico simple es anecoico, negro completamente, con refuerzo acústico posterior, cumpliría todos los criterios de benignidad (figura 8). Todos los quistes no son anecoicos, ni dejan refuerzo posterior, algunos son quistes complicados o complejos (figura 9). Los quistes son nódulos que tienen contenido acuoso muy puro y serán anecoicos, pero con el tiempo, ese contenido puede ir cambiando a un líquido más pastoso y en vez de verse anecoico, se verá hipoecogénico, es decir, ya no es negro, es gris, además a veces podemos ver nódulos mixtos, parte anecoica, parte hipoecogénica; con el tiempo se pueden convertir en hiperecogénicos sin cambiar de tamaño (nódulos viejos, benignos). El nódulo hipoecogénico ya no nos deja completamente seguros de que lo que estamos estudiando sea benigno al 100% con lo que tendremos que valorar otros criterios de benignidad para decidir qué se debe hacer con el nódulo, si seguirlo o estudiarlo con anatomía patológica.

Quistes atípicos son aquellos que básicamente no cumplen con todos los criterios de los quistes simples. Usualmente tienen ecos internos, paredes un poco gruesas en forma sectorial o difusa, que pueden ser irregulares, septos internos y/o masas intramurales. En general, los quistes atípicos se pueden clasificar en complicados o complejos, dependiendo de ciertas características ultrasonográficas y clasificar en BI-RADS 3 o 4. Actualmente no hay un consenso claro con el manejo de los quistes atípicos.

Microquistes agrupados, indica la presencia de múltiples pequeños quistes agrupados con septos delgados (0,5 mm) y generalmente son debido a metaplasia apocrina y cambios fibroquísticos. Se deben considerar como lesiones probablemente benignas BI-RADS 3. Se han realizado varios estudios con relación a los microquistes agrupados los cuales no demostraron malignidad. Sin embargo, si se identifica una masa asociada a esta agrupación de microquistes, se debe realizar biopsia.

En términos generales los quistes simples no implican ningún riesgo de malignidad, en caso de proceder a su punción/evacuación por exceso de tamaño, molestias, dolor en la paciente: se aconseja estudio citológico solo si el líquido aspirado es sanguinolento, el aspecto normal del líquido es pastoso de color café aguado. Los quistes complejos deben ser estudiados minuciosamente analizando sus características ultrasonográficas como ecos internos, masas intraquísticas, septos, paredes, así como evaluar si es una masa sólida con componente quístico. Estos patrones ultrasonográficos deber ser integrados y determinar si requieren seguimiento o biopsia dependiendo de la clasificación BI-RADS.

Vamos a describir los patrones de benignidad y malignidad de las masas mamarias, la suma de los hallazgos ecográficos encontrados aumentara el valor predictivo negativo (benignidad) y el valor predictivo positivo (malignidad) de la técnica ecográfica.

Patrones de benignidad de los nódulos: (figura 10)

– Forma elíptica o ligeramente lobulada (lobulaciones bien circunscritas).

– Más grande en eje transverso, es decir, que de derecha a izquierda son mayores que desde anterior a posterior, más ancho que alto (orientación paralela).

– Isoecoica o ligeramente hipoecogénica. Hiperecogenicidad.

– Buena transmisión de sonido.

– Cápsula ecogénica delgada.

– Sombras laterales finas.

Patrones de malignidad de los nódulos: (figuras 11, 12, 13 14, tomadas de Kobayashi)

– Signos ligamentarios: son modificaciones del tejido conjuntivo a distancia, se produce un aumento de imágenes similares a los ligamentos de Cooper, con aspecto hiperecogénico y trayecto convergente hacia la zona sospechosa (en oposición a los ligamentos de Cooper normales finos, con trayecto curvilíneo en malla, sin convergencia). Signo precoz.

– Aspecto hipoecogénico (figuras 15,16). Sombra posterior. Una zona de atenuación posterior es característica de los tumores malignos, que son muy absorbentes, muy difusores y débilmente reflectantes.

– Espiculados – Bordes irregulares (figura 16).

– Grueso halo ecogénico – Microlobulación.

– Más alto que ancho, orientación antiparalela.

– Calcificaciones (< 0.5 mm). Retracción de la piel con disminución del espacio graso anterior.

– Vascularizados, Doppler color ++ (figura 16).

Tumores benignos

Fibroadenomas. Papiloma intraductal. Hamartoma. Lipoma. Tumor filoides.

  • El fibroadenoma (figura 17) es una lesión benigna de la mama muy frecuente. Cuando son palpables pueden delimitarse bien con la mano y son móviles, dando a veces una sensación escurridiza, como si hubiera una canica bajo la piel. El tamaño oscila desde pocos milímetros a varios centímetros (la mayoría son de 1 a 3 cm). Son indoloros, pero en ocasiones se vuelven sensibles y molestos, normalmente justo antes del periodo menstrual, o si se encuentran en zonas que puedan rozar con el sujetador. Puede estar causado por una hipersensibilidad a los estrógenos. Son más frecuentes en las mujeres de 20 a 40 años de edad, con frecuencia son múltiples y bilaterales.

En ecografía son nódulos con bordes regulares, patrón paralelo (más ancho que alto), hipoecoicos sin sombra acústica posterior y doppler color negativos.

  • Papiloma Intraductal: más común en mujeres de 30/50 años, presenta telorragía y puede tener masa palpable cerca de la aureola, se ubica central en un ducto subaerolar, suele medir menos de 1 cm (figura 18), si se enquista puede llegar a 10 cm. Pueden ser únicos o múltiples. Diagnostico diferencial con la ectasia ductal: conductos subaereolares dilatados sin material ecogénico dentro de ellos (figura 19)
  • Lipoma: tumoración benigna de consistencia blanda grasa en el tejido celular subcutáneo, móvil y palpable, doppler vascular negativo (figura 20).
  • Hamartoma: son lesiones que se producen por un defecto de desarrollo con un crecimiento anómalo de las estructuras maduras. Contienen elementos glandulares (ductos y lóbulos), estroma, fibrosis y tejido adiposo en proporción variable. Se manifiestan como una masa palpable no dolorosa, móvil y de consistencia blanda habitualmente. En ecografía: nódulo redondeado u ovalado, heterogéneo (densidad grasa y de partes blandas), de contornos bien delimitados (figura 21), en ocasiones aparece como tejido mamario normal.
  • El tumor filoides de la mama es poco frecuente, se suele presentar clínicamente como una tumoración de crecimiento rápido, de consistencia fibrosa-elástica, bien delimitada y no adherida a piel ni a planos profundos, siendo rara la mastodinia y el dolor a la palpación. Suele tener más de 3cm, en caso de que los tumores sean muy grandes, la piel que lo recubre puede tener un tinte azulado o cianótico probablemente debido a alteraciones circulatorias por la compresión tumoral, incluso puede necrosarse y ulcerarse al sobrepasar el límite de la resistencia elástica, sin que sea invadida por el tumor, generalmente son benignos, a veces pueden malignizarse. Hay que realizar el diagnostico diferencial con los fibroadenomas y carcinomas bien delimitados. La edad media de presentación suele ser los 50 años (30/70 años). La presentación en ecografía muestra forma ovalada, aunque los de gran tamaño tienden a ser redondeados, de apariencia sólida en la mayoría de los casos. Suelen estar bien delimitados, de bordes lisos o algo lobulados, con límites anterior y posterior nítidos y con buena transmisión sónica, siendo rara la atenuación del sonido (figura 22). El hallazgo de pequeños espacios alargados, en forma de grieta, anecoicos, de aspecto líquido, con frecuencia menores de 1 cm de diámetro, corresponden a áreas de hemorragia, necrosis o degeneración quística, es característico pero no patognomónico del tumor filoides (figura 23). En el estudio Doppler se aprecia vascularización dentro del tumor, pudiendo observarse vasos de calibre importante.

Enfermedad de Mondor

Tromboflebitis superficial, generalmente producida post biopsia, traumatismo o inflamación local. Se manifiesta como un cordón indurado palpable en el trayecto de la vena afectada. Se ha asociado a veces a cáncer de mama, poco frecuente <10% de los casos. En la ecografía se observa la vena dilatada, tortuosa, con contenido anecoico/hiperecogénico en su interior (según el tiempo de evolución), no compresible, en estudio Doppler no muestra señal de flujo (figura 24).

Galactocele

Durante el embarazo y la lactancia se produce una estimulación hormonal que afecta directamente al parénquima mamario condicionando cambios fisiológicos. La mayoría de la patología asociada es benigna, lo más frecuente son las mastitis, lesiones relacionadas con cambios fisiológicos (hiperplasia gestacional y secretora, galactocele) y los tumores benignos (adenomas de la lactancia y fibroadenomas). Es la lesión benigna que aparece con más frecuencia durante la lactancia o hasta unos meses después de finalizada. Se trata de nódulos quísticos que contienen leche con diferentes cantidades de proteínas, grasa y lactosa. Suelen ir acompañados de componente inflamatorio.

En la ecografía pueden visualizarse como un quiste simple anecoico, un quiste complicado hipoecoico y complejo (figura 25), o como un nódulo sólido con áreas quísticas (figura 26). En ocasiones puede tener un aspecto sospechoso de malignidad siendo necesario PAAF/Biopsia.

Galactoforitis aguda

Proceso inflamatorio a nivel de los conductos galactóforos que cursa con retracción y fibrosis de los mismos. El signo clínico predominante es la umbilicación del pezón.

Paciente que acude por presentar telorragia uniorificial: en la ecografía aparecen conductos ectásicos con contenido avascular en su interior, asocia aumento de ecogenicidad y Doppler color positivo de la grasa periductal, como signos inflamatorios agudos (figura 27).
En la figura 28, vemos una mama lactante normal.

Mastitis-Abscesos Mamarios   

Se presenta con más frecuencia durante la lactancia que durante el embarazo. El absceso es una complicación que puede ocurrir entre un 5-10% de las mamas lactantes con mastitis. El germen causal más frecuente es el Staphylococcus aureus (75%). El paciente suele tener fiebre, con la piel eritematosa, caliente, dolorosa al tacto. La ecografía tiene un papel importante en el diagnóstico y en el tratamiento: punción evacuadora (figura 29: absceso; figura 30: mastitis).

Rotura de Prótesis Mamaria

En la prótesis mamaria normal observamos la doble línea hiperecogénica (flecha blanca) de la capsula, cubierta de la prótesis y el tejido cicatricial, prótesis retroglandular (figura 31) y prótesis retropectoral (figura 32), debajo aparece la zona anecoica negra (liquida) del contenido protésico con reverberación ocasional que desaparece disminuyendo la ganancia de la zona.

Las roturas pueden ser extracapsulares e intracapsulares (figura 33): aparece el signo de la escalera de mano y un aumento anormal de la ecogenicidad producido por la extravasación del gel entre la cápsula y la cubierta de la prótesis, desaparece la doble línea hiperecogénica y aparecen líneas hiperecogénicas horizontales dentro del líquido anecoico de la prótesis, que corresponde a pliegues de la cubierta colapsada (flechas blancas). La extravasación de la silicona fuera de la cápsula da lugar a siliconomas mamarios, extramamarios, axilares, etc…

Cáncer de Mama

Tumor maligno más frecuente en mujeres occidentales, 18% de las muertes por cáncer en mujeres, más frecuente en mayores de 50 años. La mayoría son adenocarcinomas ductales o lobulillares. Presentación de uno-dos casos nuevos cada 1-2 años en la consulta del médico de familia.

Los marcadores de riesgo fundamentales son: edad, sexo femenino, historia familiar y mutaciones genéticas (BRCA 1 y BRCA 2). En el varón ocurre en un 1% y el principal factor de riesgo es la expresión BRCA 1 y la historia familiar.

Las formas de presentación son: nódulos o masas mamarias palpables, cambios o secreción espontanea por los pezones (telorragía, unilateral, > 60 años), dolor mamario y alteraciones cutáneas.

El cáncer no es una lesión focal sino difusa, afecta el epitelio de forma difusa. El tejido conjuntivo de sostén se afecta muy precozmente por el agente carcinogenético. En la patología de la mama existe un estado previo obligatorio que es la hiperplasia epitelial.

El desarrollo del cáncer de mama tiene modelos específicos, que dependen del lugar donde se forme y de la disposición local de las estructuras ligamentarias residuales, que propician y guían las extensiones, a saber:

  • En el cuerpo del lóbulo, hacia la piel por los ligamentos superficiales de Cooper.
  • En el extremo distal del lóbulo, hacia la periferia de la mama.
  • En la zona del pezón, en direcciones divergentes tanto por los conductos como por las estructuras ligamentarias vecinas.

Cuando varios focos se desarrollan en el mismo lóbulo, se localizan preferentemente en las zonas de inicio, en el conducto los cánceres ductales y hacia la zona superficial del conducto (entre el conducto y la piel) los cánceres lobulillares. Cada foco suele seguir en su extensión las direcciones de las estructuras ligamentarias de la zona.

Valoramos los patrones ecográficos de benignidad y malignidad de los nódulos, según el valor predictivo negativo (VPN*) y el valor predictivo positivo (VPP*).

A mayor valor predictivo negativo las lesiones se pueden considerar benignas, dos o más características de benignidad hace menos probable que un nódulo sea maligno. A mayor valor predictivo positivo mayor es la posibilidad que una lesión sea considerada maligna (Tabla 3).

Zonas de la mama donde aparece el cáncer con más frecuencia (figura 34).

Posteriormente realizamos el estudio del ganglio centinela:

Primer ganglio al que llega el drenaje linfático de la mama y primer ganglio afectado por las metástasis, la localización varía dependiendo de la ubicación del tumor primario, suele ser un ganglio axilar por fuera del borde inferolateral del musculo pectoral menor (nivel I, más frecuente), a veces es un ganglio posterior al musculo pectoral menor (nivel II), superomedial al musculo pectoral menor o infraclaviculares (nivel III) y con menor frecuencia un ganglio intramamario (MI) cadena de la mamaria interna y supraclaviculares (SC), (figura 35).

Las características de sospecha de malignidad ecográfica de los ganglios son:

  • Corteza ganglionar: perdida del halo hipoecogénico periférico fino, engrosamiento cortical >3.5 mm, protuberancia o abultamiento.
  • Cociente longitud/ancho < 2, redondeados, más altos que anchos: patrón antiparalelo.
  • Signo hiliar ausente: perdida del centro graso hiperecogénico.
  • Aumento de vascularización: vasos aberrantes.

En las figuras 36 y 37 vemos las diferencias ecográficas entre los ganglios de características benignas y malignas.

A continuación, se describen ecografías de nuestro cupo de pacientes confirmadas por biopsia como cáncer de mama:

  • Nódulo hipoecogénico con sombra acústica posterior amplia, bordes irregulares, espiculados, más alto que ancho y doppler color + (figura 38) ganglio centinela nivel 1 positivo: redondeado, perdida del signo hiliar, doppler color negativo, necrosado (figura 39) (BI-RADS 5); se realiza biopsia con aguja gruesa (BAG) ecodirigida: se orienta la aguja a lo largo del eje longitudinal del transductor con la angulación e inclinación adecuada para que la aguja quede casi paralela a la superficie del transductor y perpendicular al haz de ultrasonidos (figuras 40,41), se confirma carcinoma ductal infiltrante (T2-N2-M0).
  • Nódulo subclavicular duro por encima del CSI de la mama, que provoca retracción de la piel, no se palpan adenopatías axilares. Ecografía: zona hipoecogénica abigarrada de bordes irregulares con amplia sombra acústica posterior que infiltra grasa del tejido celular subcutáneo y piel. (figuras 42,43). Se deriva a unidad de mama que tras RMN de mama (figura 44) y biopsia confirma carcinoma lobulillar de mama infiltrante en tejido celular subcutáneo y piel.
  • En las figuras 45-46, vemos un nódulo mamario con patrón heterogéneo de sospecha de malignidad: orientación antiparalela, ramificación (BI-RADS 5).
  • En las figuras 47-48, vemos nódulo mamario sospechoso de malignidad: hipoecogénico, márgenes angulados, patrón antiparalelo, doppler vascular ++( figuras 49-50); se confirmó carcinoma ductal de mama.

Cáncer de mama en varón: es infrecuente (1 %), acuden a consulta por presentar dolor mamario, aumento del tamaño de la mama, bultos y/o secreción mamaria. En la ecografía normal del varón no debe aparecer tejido mamario, solo grasa y tejido muscular: botón mamario (pezón y areola), grasa y tejido muscular de superficial a profundo; la técnica es similar a la mujer con los mismos cortes ecográficos. Debemos revisar sobre todo el espacio retroaerolar buscando aumento del tejido mamario de esa zona que aparece en la ginecomastia uní o bilateralmente de aspecto hipoecogénico, heterogéneo, en forma de raíz de árbol, no simétrico de forma habitual, sin contornos nítidos y doppler color negativo, a veces se presenta como un patrón nodular retroaerolar (figura 51). Nos debe alarmar la existencia de nódulos sólidos (figura 52) con patrones ecográficos de malignidad similares a la mujer, sobre todo aparecen en la zona retroaerolar con contornos irregulares medibles, debiendo revisar siempre la axila en busca de adenopatías.

En la figura 51 vemos imagen de ginecomastia retroaerolar en varón y en la figura 52 un nódulo sólido hipoecogénico sospechoso de malignidad con doppler color ++, confirmado por BAG cáncer de mama.

Informe Ecográfico

Debemos describir las siguientes características de los nódulos mamarios (Tabla 4)

  • La morfología.
  • La orientación.
  • Los límites de la lesión.
  • Los márgenes.
  • El patrón ecogénico.
  • Otras estructuras (adenopatías, etc.).

CONCLUSIONES

  • La ecografía es junto a la exploración clínica y mamografía (gold estándar) fundamental en el diagnóstico y manejo de procesos benignos y malignos de la mama.
  • Indicada en masas palpables: diferencia quiste/sólido. Pacientes jóvenes <30-35 años. Embarazo, lactancia, inflamación. Mamas densas en mamografía. Mamas con prótesis. Procesos intervencionistas: aspiración de quistes, PAAF, BAG, biopsia dirigida. Estudio del ganglio centinela.
  • Limitaciones: incapaz para detectar microcalcificaciones, que son un signo importante de cáncer de mama precoz, hasta un 50 % de los canceres no palpables se manifiestan por microcalcificaciones en la mamografía.
  • Valorar siempre los patrones de benignidad y malignidad.
  • Es útil en el seguimiento de los nódulos sospechosos, para evitar exceso de radiación, cada 6-12-24 meses.
  • En medicina de familia puede acortar los tiempos de espera y evitar la ansiedad de las pacientes en los casos de nódulos con las características claras de benignidad: quistes simples, fibroadenomas.
  • Realizar un informe de los hallazgos ecográficos encontrados, insertar pictograma localizador en las imágenes.
BIBLIOGRAFÍA
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